Después de refrescarme en las aguas del fiordo de Oslo en las piscinas marinas de Sorenga, y tras tomar un piscolabis en la zona recreativa de Salt, frente a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la Ópera, me encontré con una estructura fuera de lugar, que se asemejaba a un secadero de bacalao de la costa atlántica:
Pregunté a uno de los muchos noruegos que te encuentras disfrutando de la luz del Sol y de la magnífica vista del fiordo, y me contó una sorprendente historia.
Los altavoces que se ven en los travesaños superiores transmiten el sonido ambiente de debajo de una estructura gemela situada a 1740 km al Norte, en la ciudad noruega de Tromsø (puerta de las expediciones al Polo Norte). A su vez, el sonido de los que pasamos por aquí debajo se transmite hasta allá arriba, enfatizando la conexión entre el despoblado y duro Norte del país, y las regiones más afortunadas del Sur (de las que el fiordo de Oslo forma parte). El Gobierno también tiene presente los problemas de las poblaciones del Norte: cuanto más al Norte se encuentra una determinada población, menos impuestos pagan sus habitantes a la Hacienda Pública.
Y es que Noruega, pese a ser un vecino de la UE, no deja de sorprender al visitante europeo (mucho más a los europeos del Sur, entre los que yo me encuentro).
Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia, Lituania, Polonia, Portugal y Rumanía sí pertenecen al UE, y gracias al programa Erasmus+ diversos participantes de dichos países nos encontramos ahora en el curso «Interactive Teaching – Using Educational Games and New Technology in order to Enhance Learners’ Motivation».

Es impresionante y sumamente estimulante ver cómo, partiendo de sistemas educativos diferentes, de contextos nacionales y locales diferentes, todos nosotros estamos unidos por las mismas inquietudes, y tenemos voluntades e ideas similares acerca de cómo podemos afrontar en nuestra profesión los retos del mundo que está por llegar, acerca de cómo podemos ayudar y orientar a nuestros futuros alumnos en el Nuevo Mundo del Big Data y la Globalización.
Pascual Conesa