Durante el Coffee Break tuvo lugar el European Cultural Exchange en el que los participantes del curso presentamos y ofrecimos comidas típicas de nuestros respectivos países. Esta actividad lúdica fomentó nuestra cohesión como grupo-clase apenas sin darnos cuenta, al tiempo que reforzó nuestra dimensión europea común.
Todo delicioso (por supuesto, nuestro Iberian ham fue muy celebrado). Algunas curiosidades: el Sardinian torrone, un dulce de Cerdeña con aspecto de turrón de Jijona, duro de cortar pero fácil de masticar (y sin azúcar entre sus ingredientes), y la Schwarzwaldtorte, la tarta típica de la Selva Negra (Alemania), en cuya receta original se utiliza ¡brandy de Jerez!
Después del café, ayudamos a nuestras degustaciones con vino de Oporto y un vino tinto rumano de los Cárpatos llamado, como no podía ser de otra manera, Drácula.
Por la tarde, paseando de vuelta al hotel, me llamó la atención este escaparate:
Esto explicaba de dónde habían salido los ciclistas con cuernos con los que me crucé el día anterior, y que pensé que iban a una despedida de soltero.
Me reitero en lo dicho en mi primer post: ¡Noruega es sorprendente!
Pascual Conesa
Me quedo con la duda, Pascual ¿Qué comida presentó el Spanish team?
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