7 de mayo de 2022
¡¡¡Lo conseguí!!! Tras tres años intentando realizar este curso, de estudio y observación directa del sistema educativo de dos de los países con mejores resultados en el informe PISA de los últimos años, al fin lo logré. La pandemia me hizo anular la visita que tenía programada y con todo reservado para mayo del 2020, y de nuevo una de las olas posteriores consiguió hacer lo mismo en mayo del 2021. Afortunadamente, aquí estoy, en Helsinki, esperando con impaciencia el inicio de curso mañana.
Al principio he intentado ubicarme en la zona y he dedicado tiempo al estudio de un período de la historia del país visitando Porvoo, la segunda ciudad más antigua de Finlandia. Su casco antiguo es medieval, está situada a una hora de Helsinki y un centro histórico con casas de madera se encuentra perfectamente conservado. Después he realizado una corta ruta de senderismo en el parque natural de Sipoonkorpi, que se estableció en 2011 y cuenta con 20 kilómetros cuadrados en plena taiga, con una vegetación muy espesa de coníferas, un maravilloso lago y restos de nieve, a veces helada, que se resiste a desaparecer. Y si, ¡todos los nombres son tan largos aquí!
Me han llamado la atención la tranquilidad y lo poco ruidosa que es la ciudad a pesar de tener una vida vibrante, las amplísimas avenidas, la amabilidad de los finlandeses y el conocimiento en general que todos tienen del Inglés. Gracias a estos dos últimos aspectos he conseguido hacerme entender en los transportes y los supermercados, por ejemplo (comprar leche sin lactosa, o azúcar, porque todo está escrito en finlandés o sueco, y la verdad, no consigo entender absolutamente nada en ninguno de los dos; a veces es imposible entender incluso mirando los dibujitos de los paquetes…) Haciendo el mayor de mis esfuerzos digo “terve” (hola) al llegar, y “kiitos” (gracias) cuando me voy, y al menos consigo arrancar una sonrisa por el intento.
Mañana por la mañana, antes de que empiece el curso, tengo planeado visitar Suommelinna, una fortaleza que empezó a construirse en el siglo XVIII, Patrimonio Cultural de la Humanidad, que está situada en una de las numerosas islas del archipiélago que rodea la ciudad. Ahora es sede de varios museos, restaurantes y se realizan muchos eventos. Como aquí es el día de la madre, si el tiempo acompaña hay previsto un concurso de cometas que espero no perderme.
Ya os contaré.





