Cada vez que escribo en este blog sobre Dublín lo hago un poco en contra del espíritu del mismo, pero bueno, siempre hay excepciones. Bien, como dije en entradas anteriores, no estoy en Dublín atendiendo a una movilidad KA1, se trata, en mi caso, de una inmersión lingüística de las llevadas a cabo este curso por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
Eso quiere decir que he ido a clase. He ahí las pruebas fotográficas: un servidor con sus profes Sahand y Dara acompañado por una pandilla de profes de primaria y secundaria de toda Andalucía además de algunos compis brasileños y una alemana.
Inmersión quiere decir, literalmente, que has de sumergirte en la vida y la lengua de ese país al que vas, lo cual supone no sólo clases de refresco del nivel en el que se supone que te hallas (C1 en mi caso) sino que, además, es conveniente que convivas con una familia de dicho país. Sobre la convivencia en hogares ajenos preferiría correr un tupido (tirando a opaco) velo y dedicarme a explicar las otras variables de la inmersión.
Comer y beber. Absorber la cultura a través de las papilas gustativas: barbacoas coreanas, cocina fusión mexicano-marroquí, estofado tradicional escocés, comida gluten free (gracias, Sonia), café, mucho café y cerveza, de todas las marcas habidas y por haber.
Para sumergirte aún más nada mejor que acudir a espectáculos y deportes, el hurling y el fútbol gaélico no iban mucho con nosotros, además ¿cómo íbamos a seguir dichas competiciones desde España? Mejor el rugby, de eso sí tenemos en El Puerto de Santa María. Leinster Lions, actual campeón de Europa, contra el Newcastle Falcons, diez euros la entrada y pegaditos al terreno de juego ¿se puede pedir más ? (sí, un asiento bajo techo)
Había que poner el acento también en la cultura y eso es algo más serio que ir a Carroll’s a comprar un imán de un Shamrock. Algunos museos también fueron objeto de nuestro programa social. Si os lo estabais preguntando, sí, también visitamos el museo de Guinness. National Gallery, Natural History Museum, GPO History Witness (Sonia guest star) Book of Kells o Kilmainhain Gaol fueron algunos de los museos que hemos visitado.
Horas perdidas en el transporte público, muchas horas usando la Leap Visitor en el Dart, en los buses o en el Lua… o andando con nuestra entrañable May la Coja, siempre liderados por el «delegado de la clase» Enrique, escuchando las pullas de Clara la Chunga y de Laly la Pija a Pablo, nuestro filósofo.
Por último, los paseos por un país que encierra una enorme belleza paisajística.
Una experiencia inolvidable con los mejores compañeros, gracias todos ellos. Habéis hecho de esta inmersión una aventura difícilmente superable. Como cantaba Vera Lynn: «We’ll meet again, don’t know where, don’t know when…»
Reblogueó esto en Funes el memorioso.
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