A las 6:30 horas, en la rotonda frente a la entrada al instituto por la puerta del edificio de los ciclos formativos de cocina, nos citamos para iniciar esta experiencia que tanta ilusión nos hace. Un total de 24 alumnos, 2 profesores y la madre de una de nuestras alumnas (junto al resto de alumnos y profesor del coro del instituto que compartían parte de nuestra programación en el intercambio) poníamos rumbo al aeropuerto de Sevilla.
La llegada al aeropuerto la hicimos sin novedad. En el aeropuerto un par de sustitos de última hora, algún documento equivocado, algún vómito por el nerviosismo, pero nada que no fuese previsible para alguien que ya tiene experiencia en este tipo de actividades con grupos masivos. Coincidimos en el aeropuerto con los jugadores del Sevilla que iban a Manchester a jugar, fotos con ellos, unos se muestran más amables y otros aceptan porque no tienen más remedio. Viaje placido, sin demasiadas turbulencias, y un aterrizaje un poco más brusco de lo normal acompañado de los esperados gritos de aquellos alumnos que volaban por primera vez, Aplausos. Las caras de los chicos y chicas esperando a ver por primera vez a sus «partners» es para verlas…recogidas de equipaje y encuentro con sus familias de acogida.
Desde Schiphol Airport en Amsterdam, tomamos un autobus hasta Maarsen, localidad a unos 10 Km de Utrecht, donde se encuentra el instituto con el que vamos a desarrollar este intercambio. El nombre de este instituto es Niftarlake College. Nos llama la atención las buenas instalaciones del instituto y la cantidad de bicicletas estacionadas a la entrada del mismo. El recibimiento se acompañada de una especie de merienda (aunque para nosotros era la hora del almuerzo) que más bien parecía la fiesta de cumpleaños de un alumno de primaria en Andalucía. A continuación unos juegos que ayudasen a los alumnos a conocerse mejor.
Parece que todo marcha viento en popa, las «parejas» parecen funcionar bien, hablamos con ellos para asegurarnos que todo esta en orden y las profesoras holandesas responsables del exchange, Liz y Lotte nos dicen que es hora de que todos partan a casa de sus «familias» y nosotros al hotel. Lo agradecemos porque nosotros ya empezamos a notar el cansancio.
Ya en el hotel, hacemos revista de lo que ha sido el día. Vemos lo que nos espera para el día siguiente en la programación mientras cenamos y nos vamos a descansar porque al día siguiente nos tendremos que levantar antes de las 7 de la mañana.
From lost to the river 